Grupo de Estudio y Apoyo Madres Solas por Elección

Chicas grupo de mujeres y crianza

Universidad Popular de Carabanchel

Qué es esto? o qué pretende ser?

Pretende ser un grupo de trabajo/estudio para madres solas o  futuras madres solas (no está cerrado solo a este grupo, mujeres en general y hombres también sois bienvenidos)  en el cual se pretende estudiar y/o apoyar, de cara a la maternidad o futura maternidad de cualquier mujer que se quiera embarcar en este viaje sola.

Qué queremos estudiar?

La ley de Reproducción Asistida Humana, tenemos derecho a hacerlo por la Seguridad Social?

Hasta que edad?, diferentes metodos de reproducción…

Derechos, deberes

subvenciones, deducciones

Apoyos y cuidados a monoparentales

y todo lo que se nos ocurra….

Si estás interesada en  participar en el grupo, deja aquí un mensaje o escribenos a madressolas.upca@gmail.com, cuando tengamos un grupo majete organizaremos una asamblea para ver como trabajamos.

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Algunas mujeres Bateristas

Siempre he tenido una extraña “rabia” al ver como las mujeres no estábamos copando espacios como la música, me diréis – siiii, hay muchas cantantes-, en eso estamos de acuerdo, pero yo me refiero a mujeres instrumentistas. Si de minorías se trata, creo que las mujeres bateristas se llevan la palma. Voy hacer un pequeño repaso por algunas de ellas,

Megan Martha “Meg” White (10 de diciembre 1974 – presente) se crió en un suburbio de Detroit. Trabajo como camarera en la década de 1990, Meg conoció a John Anthony “Jack” Gillis y se casó con él el 21 de septiembre de 1996. En 1997, Jack y Meg formaron un dúo de rock alternativo estadounidense llamado The White Stripes.

Aunque el matrimonio se divorció en marzo del 2000, los dos continuaron su ascenso a la fama como un dúo de música y capitalizaron la escena garage rock revival en 2002.

Meg empezó a tocar la batería 1997. El 2 de febrero de 2011, The White Stripes anunció oficialmente su retirada. Ahora, casada con el guitarrista Jackson Smith, Meg disfruta de la fotografía.

Torrance Heather Castellano (nacida el 8 de enero de 1979 en San Francisco, California) más conocida como Torry Castellano es la baterista del grupo de rock estadounidense The Donnas. Nació el mismo día, mes y año que la bajista Maya Ford.

Torry se mudó a Palo Alto, California a una corta edad y fue invitada por Allison, guitarrista del grupo, a unirse a The Donnas, en aquel entonces llamadas Ragady Anne y más tarde The Electrocutes, desde ahí empezaron a ensayar en el garaje de Torry cada día después de la secundaria. Como todas las demás integrantes, no sabía tocar la batería pero hoy en día Castellano está en la lista de los artistas de la marca de baterías Pearl.

Cuando The Donnas estaba promocionando su quinto álbum de estudio llamado Spend the night, lanzado el 22 de octubre de 2002, Torry sufrió tendinitis y un año más tarde, en octubre de 2003, la operaron. Mientras se recuperaba, tuvo que re-aprender a tocar la batería para poder agarrar bien las baquetas y lanzar el sexto álbum del grupo llamado Gold Medal, lanzado el 26 de octubre de 2004. Sólo podía tocar la batería por ciertos períodos.En 2009, la tendinitis volvió. Esta vez, la banda remplazó a Torry a por Ami Cesari.

El 9 de julio de 2010 se anunció mediante un e-mail de la banda, titulado “Un anuncio especial de Torry”, que no podía tocar la batería nunca más. “Como estoy todavía adolorida, mis doctores llegaron a la conclusión de que no puedo tocar la batería nunca más porque si sigo, seguiré adolorida por el resto de mi vida. […] He decidido que tengo que retirarme. […] Me han gustado todas las experiencias que hemos tenido juntos y realmente quiero agradecerles por su apoyo y los momentos divertidos. […] Siempre seré una Donna y seré una parte de la familia de The Donnas. Sé que seguirán apoyando a la banda y yo estaré allí también, como Donnaholic #1”

Jennifer Dunn, comúnmente conocida como Kitty, es el baterista de la American synthpunk banda Mindless Self Indulgence.

Originalmente presentada como miembro temporal, más tarde se quedaría como miembro permanente. Según una entrevista en julio de 2008, Kitty dejó tocar la batería durante años debido a un malentendido en la escuela. No fue hasta años después, cuando se les ofrece la oportunidad de jugar con MSI, cogió los palos de nuevo y jugó con una batería prestada.

Deborah María “Debbi” Peterson baterista y cantante Deborah, nació el 22 de agosto de 1961 en Northridge, Los Angeles, California y creció en el Valle de San Fernando. Debbi montó su primera banda cuando aún estaba en la escuela secundaria. En 1981, fue fundadora del grupo de rock totalmente femenino muy popular y exitoso, The Bangles, junto con Susanna Hoffs, su hermana mayor, Victoria Peterson y Zilinskas Annette bajista original. Debbi fue la voz de dos temas de The Bangles: “Going Down to Liverpool” y “Be With You”.

Tras la ruptura de The Bangles en 1989, Peterson se une a la banda “Smashbox”, que, por desgracia, sólo duró unos meses antes de desmoronarse a finales de 1991. En 1992, Debbi formó el dúo “Kindred Spirit” con Siobhan Maher.

Sandy West de The Runaways, banda precursora del “all girl band”.

Aquí está la baterista de Kavernicolas Terrier, que aporrea la batería q te deja loca, tengo la buena suerte de compartir barrio con ella y he podido verla varias veces dándole al bombo.

Aquí Perra Vieja, Noe tb le sacude a la batería que da gusto

Y para darle el toque fantástico, esta abuelita

No están todas las que son, ni son todas las que están, he elegido estas por tratarse de grupos que a mi personalmente me gustan mucho.

Fuente : Imdb, Wiki, páginas personales de los grupos y/o bateristas

M.U.J.E.R

Pogue Mahone


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Años en la sombra por la sociedad cruel,

Hace que no encuentres el rumbo,

Que te aferres a él.

Que mires el futuro como un sol

Que no va a nacer.

Discriminadas en el curro trayendo el café.

Silbiditos en las calles,

El bombón del pastel.

Coñac y puro en la mesa,

Sirvienta de ese ser.

Baboseadas a diario, sin poder responder.

Silenciadas, solo cifras, en la Tele o la Red.

Y es que hay que ver…

¡Ya no se evoluciona!

La violencia estructura

Es tu machismo, no funciona.

Llantos escondidos,

Tras el golpe en la tez

Discriminadas a diario

Por haber nacido mujer.

Entre dos aguas, rimaré.

Como el rocío en la rosa.

Mi lengua callará

Con la igualdad de las hermosas.

Esposas, frías como el hielo,

Obligadas a ocultrar su rostros tras un velo.

Me da vergüenza, revivir la pesadilla.

¿Disparos a chiquillas por defender…

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Wallada Bint al-Mustakfi 994-1091ولادة بنت المستكفي

Tu apodo es el hexágono, un epíteto
que no se apartará de ti
ni siquiera después de que te deje la vida:
pederasta, puto, adúltero,
cabrón, carnudo y ladrón .

Ibn Zaydūn, a pesar de sus virtudes,
maldice de mí injustamente y no tengo culpa alguna;
me mira de reojo, cuando me acerco a él,
como si fuese a castrar a su ‘Alī.

A pesar de sus méritos, Ibn Zaydūn ama
las vergas que se guardan en los calzones;
si hubiera visto el pijo en las palmeras,
se habría convertido en pájaro abābil.

Pd.: He retirado la biografía a petición de la Campaña Poetisas Silenciadas,  no compartir es una bonita manera de visibilizar.

Desde el blog de las mujeres apoyamos la campaña “Poetisas Olvidadas”,  y que mejor manera de hacerlo que haciendo un gran hueco a todas ellas.

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¿A cuantas escritoras conocemos y estudiamos en los libros de texto? ¿Podríamos nombrar a alguien mas que a Emilia Pardo Bazán o Rosalía de Castro? Es difícil porque siempre se ha intentado borrar a las mujeres de la creación artística. No es lo mismo ser hombre que mujer ni siquiera en la creatividad. Estudiamos en masculino y por tanto, también construimos nuestros referentes en masculino. Pero también han existido magnificas escritoras que han dejado una huella indiscutible en nuestra literatura, a pesar de no haber gozado de visibilidad. Sus obras también merecen ser juzgadas, pero no porque las hayan hecho mujeres, sino porque las han hecho artistas y eso esta por encima de todo porque es un don. Con el objetivo de recuperar los nombres de algunas de las grandes poetisas de nuestro país y analizar los prejuicios que han llevado a calificar el trabajo de las mujeres como de menor calidad, surge la campaña “Poetisas silenciadas, ¡¡Dales voz!!” porque ellas también cuentan en nuestra historia.

Campaña promovida por Igualdad Activa y con la colaboración de Revista Crítica Dinámica.

Podéis seguir la campaña es su Facebook 

The girls in the band

The girls in the band narra las conmovedora historia del  jazz femenino y  fascinantes instrumentistas en la banda. Es un viaje innovador de los años 30 hasta la actualidad.

Bailaron, se sacudieron, llevaban vestidos escotados y shorts, ellas recibían a los dueños del club y sonreían a  los clientes … y lo hicieron todo para tocar la música que amaban.
Estas mujeres con gran talento tuvieron que soportar sexismo y racismo.  No tuvieron apenas oportunidades durante décadas, aunque supieron perseverar y ensalzar su talento en un mundo en el que raramente fueron bienvenidas.

Hoy en día, hay una nueva generación de mujeres jóvenes que tienen su lugar en el mundo del jazz, que ya no puede negar su talento.

En los años 40 había cientos de bandas sólo de mujeres actuando en Norteamérica, pero a pesar de ello los cronistas más importantes del Swing y el Jazz miraron para otro lado

El documental pretender  llamar la atención acerca de la poca importancia que se les presto a estas mujeres, que florecieron como instrumentistas de jazz en un momento en que los hombres dominaban el ritmo. La película está muy bien documentada,  Judy Chaikin da voz a las artistas cuyos nombres son muy a menudo desconocidos, incluso entre sus hermanas musicales de la actualidad.

Narrado por un grupo descarado de mujeres que trabajaron principalmente en la década de 1930 y 40 – incluyendo el Roz Cron saxofonista y pianista Marian McPartland – es una historia cargada de sexismo superado por el humor, la determinación y el talento en bruto. Quedan excluidas las bandas de hombres, algunas mujeres formaron sus propias bandas, con enorme éxito, como la pareja The International Sweethearts of Rhythm and the Melodears. Touring, sin embargo, no estuvo exenta de peligros.

 

Fuente: NYT, WEB del proyecto

The Ladies

The Ladies es una banda joven, compuesta por 6 chicas con un objetivo, atrapar la esencia de los 50’s y 60’s y transmitirla en el escenario, tocando los grandes éxitos del Rock and Roll. La primera banda instrumental de este género compuesta por chicas.
Este proyecto, no está respaldado por ninguna discográfica ni grandes compañías, sino por un sello independiente que ha creado la vocalista del grupo. Han recurrido al crowfounding

The Ladies lleva en marcha desde 2010 han recorrido España con su Rock and Roll, han  teloneado a Kylie Minogne en las fiestas del orgullo del 2010, también Billie The Vision and The Dancers, J. Teixi Band, Mambo Jambo..

Han invertido más de un año en crear las canciones, un Cd de 11 temas que se incluyen en su primer disco.

The Ladies está compuesto por 6 maravillosas mujeres:

Lady Cherry, vocalista de el grladies2upo. Participó en el Talent Show “El número Uno” de Antena 3. Desde muy pequeña se ha  dedicado a esto, a los 3 años participó en Sopa de Gansos, luego vinieron muchos otros como Veo-Veo, Menudas Estrellas, galas benéficas de televisión,etc. Hasta toparsee con el  deseo de hacer algo propio, crear algo que fuera diferente y como enamorada de las décadas doradas que es, nació THE LADIES.

Carmen, la más dura pero a la vez la más sensible. Es la batería del grupo, le da todo el rollo del Rock and Roll, es contundente y muy trabajadora. Una auténtica pin up… lleva el ritmo en las venas.

Cristina la teclista es una de las más experimentadas del grupo, una gran músico que además ha sido un pilar fundamental en la creación del disco, ya que ella ha sido la arreglista de todos los temas.

Rita al contrabajo es la más jovencita del grupo, pero musicalmente muy madura, tiene una formación de conservatorio y aunque venía del clásico supo zambullirse pronto en los ritmos más frenéticos del Rock and Roll, junto a Super Carmen, hacen una base muy sólida.

Laura es la guitarrista, tiene experiencia en otros grupos e influencias muy variadas, se funde con su instrumento como si fueran uno, además es muy buena compositora.

Natacha es la saxofonista, viene de Buenos Aires y entró en el grupo en septiembre de 2011, aporta un sonido muy madurado y unos solos de locura.

María de Maeztu 1881-1948

María de Maeztu Whitney nació en Vitoria, el 18 de julio de 1882. Su padre, Manuel de Maeztu Rodríguez, de Cienfuegos (Cuba), de origen navarro, conoció a Juana Whitney, hija de un diplomático inglés, en París, y se unió a ella cuando la novia tenía dieciséis años. Se instalaron en Vitoria, donde nacieron cinco hijos: Ramiro, Ángela, Miguel, María y Gustavo. La inesperada muerte del hacendado Maeztu en Cuba, dejó a su familia en la ruina, “por confusos problemas administrativos”.

Juana, mujer de frágil aspecto, pero de fuerte personalidad, se trasladó con sus hijos a Bilbao y montó una residencia de señoritas en la que podían cursarse estudios, completar la educación, aprender o perfeccionar idiomas y cultura general. María de Maeztu estudió Magisterio y más tarde Derecho, y en ella su madre tuvo una precoz y eficaz colaboradora. En 1902 empezó a ejercer su profesión de maestra en una escuela. María reformó la enseñanza, implantó las clases al aire libre, fundó las primeras cantinas y colonias escolares. Muy pronto destaca por su elocuencia, sus claros conceptos y sus ideas revolucionarias sobre la enseñanza. Invitada por la Universidad de Oviedo a dar unas conferencias, formula uno de sus conocidos principios pedagógicos: “Es verdad el dicho antiguo de que la letra con sangre entra, pero no ha de ser con la del niño, sino con la del maestro.”

Su labor como conferenciante fue extraordinaria, su gran talento oratorio llenaba las salas de los colegios, institutos y centros educativos y culturales para escuchar sus “Conferencias pedagógicas”. El periodista M. Aranaz Castellanos, de El Liberal bilbaíno, en su crónica de 23 de julio de 1904, recreaba la atmósfera que reinaba en la sala, en una conferencia de María: `Arrollóse el velo al sombrero, dejando al descubierto su interesante rostro de niña, y comenzó a hablar como habla ella, sin afectación ni encogimiento, con palabra segura y persuasiva´. No habían transcurrido diez minutos cuando sonaron los primeros aplausos, cuando el auditorio todo, cautivado y entusiasta, se rendía a la oradora con armas y bagajes… María empezó combatiendo la teoría de que la mujer es inferior al hombre, física, intelectual y moralmente, por ser más pequeño su cerebro que el del hombre, según las teorías de Moebius. `La mujer –decía– debe tener las mismas opciones culturales que su compañero. Debe ir al matrimonio con igualdad de derechos y deberes. Es preciso que se abran a la mujer horizontes para vencer, en iguales condiciones que el hombre, en la lucha por la vida, sin que tenga que depender de él. Precisa ponerla a su nivel y hacer de ella no sólo la compañera que anima la lucha, sino la que une su esfuerzo al de su compañero y sigue sus huellas cuando los reveses y el cansancio hacen que él desfallezca. Y cuando la mujer tenga medios de vencer en la lucha por la existencia, irá al matrimonio, no mirándolo como la tabla de salvación y aceptando a cualquiera, sino eligiendo y siguiendo los impulsos de su corazón´. Justificaba el divorcio por ser el único camino que queda cuando los cónyuges no han logrado identificarse. Arremetía contra la injusticia que supone el perdonar todas las faltas de los hombres y execrar a la mujer a quien se engaña. Habló del concepto equivocado en España respecto a la tendencia fundamental del feminismo. Su finalidad era la emancipación social y económica de la mujer. Combatiendo el criterio de educar a la mujer sólo para el hogar y no para la sociedad que comparte con el hombre. Y para terminar dijo que la ignorancia de la mujer era la causa de la barbarie y que con su instrucción estaba asegurado el triunfo de la libertad, la igualdad y la fraternidad”.

En 1908, María forma parte, como observadora, de la Comisión nombrada por el Gobierno para el certamen pedagógico celebrado en Londres. A su vuelta, en la sociedad bilbaína El Sitio, da una conferencia en la que afirma que “El progreso de Inglaterra se debe, no a las peculiares condiciones de la raza y el clima, sino a los elementos predominantes en la dirección de aquel país, singularmente a la acción social de la escuela”.

En 1915 bajo la dirección de Maria se funda en Madrid, La Residencian Internacional de Señoritas, regida por las mismas normas de la célebre Residencia de Estudiantes, creada por la junta para Ampliación de Estudios, que presidía Santiago Ramón y Cajal y tenía como secretario a José Castillejos. Se instaló en Fortuny, 14, cerca de la Castellana, en el primitivo edificio de la Residencia de Estudiantes antes de trasladarse a la calle del Pinar, en los Altos del Hipódromo; en la Colina de los Chopos, como la llamó Juan Ramón Jiménez. El origen de la institución era: “…ser el hogar espiritual donde se fragüe y depure, en corazones jóvenes, el sentimiento profundo de amor a la España que se está haciendo, a la que dentro de poco tendremos que hacer con nuestras manos…”

Allí se acogía a las estudiantes que, procedentes de toda España, iban a estudiar a Madrid, en un ambiente de convivencia humana y cultural que completaba el de la Universidad. Había un pabellón destinado a las personalidades intelectuales femeninas extranjeras que visitaban nuestro país y que, en aquel tiempo, se veían obligadas a albergarse en conventos, lo cual no siempre era del agrado general. Las residentas estaban en contacto con profesores, escritores, artistas nacionales y extranjeros, que daban conferencias, realizándose toda clase de intercambios culturales, en tertulias, lecturas comentadas, representaciones, conciertos, visitas a museos, excursiones a ciudades y pueblos. La Residencia de Señoritas tuvo gran significación para la cultura femenina española. María de Maeztu, con su prestigio personal y cultural, mantenía el espíritu de la Residencia, en un ambiente grato y atractivo para las universitarias y los visitantes vinculados y residentes, como Marie Curie. Asiduos contertulios fueron Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Eugenio Montes, Menéndez Pidal, Marañón, Juan Ramón, Azorín, Pancho Cossío, Jorge Zalamea, Pedro Salinas, Vicente Huidobro, F. García Lorca…

¿Cómo era María de Maeztu, de la que tan presto se han borrado su perfil físico e intelectual? Salvador de Madariaga dice en Españoles de mi tiempo: “María, sin ser una beldad, no dejaba de tener cierto atractivo femenino”. Y el diplomático chileno Carlos Morla nos ha dejado un cabal retrato de la gran pedagoga vasca: “María de Maeztu es una mujer de calidad excepcional, en extremo culta y de una actividad asombrosa… Su actuación en la Residencia de Señoritas es sencillamente prodigiosa y no cabe duda de que ninguna ha hecho lo que ella por la cultura femenina en España. Notable conferenciante, pedagoga magnífica, organizadora insuperable, no se le ha tributado aún, a mi juicio, el panegírico que a su obra corresponde. Ya vendrá su hora. Así lo esperamos.

Rubia, de estatura menuda, nerviosa, vibrante, se expresa con una locuacidad tal, que, a veces, es casi imposible seguirla. Es inconcebible la cantidad de cosas que hilvana en tan breve período. Es una tarabilla, pero llena de criterio y de buen sentido: `una tarabilla que sabe lo que dice´. Sin el menor aspecto varonil, no tiene, sin embargo, tiempo para ser femenina. Viste de cualquier manera, sin ninguna coquetería, y es inexistente en ella todo espíritu de conquista. Lleva puesto un abrigo de carácter indeterminado y un sombrerito en la nuca, siempre el mismo, al cual Federico –García Lorca– le ha dedicado, con cariño, una copla inofensiva con acompañamiento de guitarra: `El sombrerito de María. Dice que es moda llevarlo así, pero, en ella, diríase que se le va a caer… o que ya se le ha caído´”.

Federico García Lorca fue muy amigo de María de Maeztu. Se conocieron en casa de Carlos Morla y allí nació su entrañable relación y la asiduidad con que el poeta frecuentaba la Residencia de Señoritas. El 16 de marzo de 1932, Federico leía en el salón de actos de la residencia su Poeta en Nueva York. Aquel ambiente resultaba gratísimo para el poeta granadino y cuatro meses más tarde, a la hora de iniciar los ensayos de las obras que preparaba para La Barraca, lo hace en la Residencia. “En la tarde asistimos a un ensayo de La Barraca, dirigida por Federico, en la Residencia de Señoritas. En mangas de camisa, activo, lleno de ardor y consciente de su autoridad, se mueve de un lado a otro impartiendo órdenes. Su dinamismo asombra y contagia… toman parte de ella infinidad de muchachas y muchachos… Federico se agita, se entusiasma, gesticula, grita y se siente confortable, contento, en su ambiente”, escribiría en su Diario Carlos Morla.

María de Maeztu fue discípula de Unamuno en la Universidad de Salamanca y de Ortega y Gasset en la de Madrid. Las ideas orteguianas influyeron mucho en la formación de María; habían sido condiscípulos en la Escuela alemana de Marburgo, donde estudió la filosofía neokantiana con el profesor Cohen y la pedagogía social con Pablo Natorp. Entonces nació el amor que María guardó siempre para su compañero. María estaba pensionada por el Gobierno español para ampliar sus estudios y conocer los nuevos métodos pedagógicos europeos, en París, en Bruselas, en el King’s College de Oxford y en las americanas de Columbia, Smith, Wellesley, Bryn-Baner. A su regreso a España dio a conocer sus experiencias en publicaciones y conferencias.

En Londres, representó a España en el Primer Congreso de la Federación Internacional de Mujeres Universitarias. En 1923 fue delegada por el Gobierno español para tomar parte en el Congreso de Educación Mundial que tuvo lugar en San Francisco de California.

El 10 de mayo de 1918, un Real Decreto daba paso a la creación del Instituto-Escuela. Se trataba de un nuevo ensayo pedagógico de Segunda Enseñanza bajo el patrocinio de la Junta para Ampliación de Estudios. María de Maeztu, por su prestigio pedagógico, fue llamada a dirigir la Sección Primaria, con la ayuda de un grupo de extraordinarias maestras como María Goyri, su hija Jimena Menéndez Pidal, Josefa Castán Zuloaga, Juana Moreno, Teresa Recas…

El Instituto se instaló en el edificio del antiguo Instituto Internacional de Boston, cedido a la Junta en ventajosas condiciones. El Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza comprendía una sección preparatoria de niños y niñas, el internado y las clases de alumnas de bachillerato. La casa, con traza y empaque de palacio, carecía de esa clásica pobreza de los establecimientos oficiales de enseñanza en España, así como de la suntuosa rigidez de los colegios fundados, dirigidos y explotados por las opulentas órdenes religiosas. Tenía aires hogareños, con sus grandes y nobles ventanales, abiertos a las avenidas de Miguel Ángel, del Cisne y la de Almagro, y un hermoso jardín.

En el Instituto-Escuela no había libros de texto, sino un cuaderno de trabajo donde los alumnos anotaban las explicaciones del profesor. No se estudiaba de memoria. Siempre que era posible las clases se celebraban al aire libre. Se hacían excursiones y mucho deporte. La enseñanza de la lengua castellana se estudiaba con ejercicios especiales de dicción, de vocabulario, de lecturas, de recitación, de redacción, de literatura, de narración y composición. La Geografía, con prácticas de cartografía y construcción de mapas en relieve, de arcilla y de cartón. Las lecciones de Historia se enriquecían con visitas al Museo Arqueológico, al del Prado, al del Arte Moderno y, sobre el terreno, en los lugares históricos. El estudio de las Matemáticas se facilitaba con toda clase de material capaz de dar amenidad a la asignatura. La Biología, la Botánica y la Zoología no sólo se estudiaban en las colecciones del Instituto, sino también con excursiones al campo y visitas al parque Zoológico y al Museo Nacional de Ciencias Naturales…

De todas las novedades e innovaciones, fruto de los revolucionarios métodos docentes del Instituto-Escuela, dos fueron motivos de particular escándalo para la gente que veía con malos ojos las tareas del «Insti», como le llamaban familiarmente los alumnos: la coeducación de niños y niñas, y la libertad o ausencia de religión en las clases.
Al Instituto-Escuela asistieron, entre otros, los hijos de Negrín, de Giral, de Araquistáin, de Barnés, de Medinaveitia, de García Sanchís, de Salaverría, de Saborit, de Giner, de Ortega y Gasset, de Madariaga, de Azcárate, de Casares Quiroga…
En 1926 se fundaba en Madrid un Lyceum Club Femenino, bajo la presidencia de María de Maeztu, con las mismas características de los ya existentes en Europa. Maeztu venía trabajando en sus bases y desde un principio ella abogaba por un club mixto, pero tuvo que aceptar el reglamento internacional que regía en Europa. De acuerdo con los estatutos, se constituyeron las secciones de Literatura, Ciencias, Artes Plásticas e Industriales, Social, Musical e Internacional. La escritora Isabel Oyarzábal de Palencia, Beatriz Galindo, explicó al periodista Julio Romano, de La Esfera, la constitución y los fines del Club: “Como leerá usted en los Estatutos de la Asociación, ésta es ajena a toda tendencia política o religiosa. Hace tiempo que queríamos tener una casa donde poder reunirnos y traer a nuestras amigas, señoras extranjeras. Al llegar a España se lamentaban ellas y nosotras de no tener un club, como los que tienen la mujeres de París, Londres, Berlín, Roma y Amsterdam. ¡Sólo en Suiza hay siete! Esto, que parecerá una novedad inquietante en España, es una cosa vieja en Europa… Trataremos de fomentar en la mujer el espíritu colectivo, facilitando el intercambio de ideas y encauzando las actividades que redunden en su beneficio; aunaremos todas las iniciativas y manifestaciones de índole artística, social, literaria, científica, orientadas en bien de la colectividad”.

El Lyceum Club se instaló en la calle de las Infantas, 31. Formaron la junta directiva: vicepresidentas, Isabel Oyarzábal y Victoria Kent; secretaria, Zenobia Camprubí; vicesecretaria, Miss Helen Phipps; tesorera, Amalia Galinizoga, y bibliotecaria, María Martos de Baeza. El Lyceum Club se montó sin ayuda oficial, simplemente con el tenaz esfuerzo de un grupo de mujeres entre las que se encontraban las figuras de mayor prestigio intelectual del momento en el país. Carmen Monne de Baroja, para recaudar fondos, organizó funciones y rifas de cuadros en su teatrito particular “El mirlo blanco”.

El Lyceum Club tuvo un gran impacto en el panorama cultural español, en el que la mujer, a excepción de una minoría reducida y dispersa, vivía al margen de cualquier actividad colectiva con un comportamiento normalmente desfasado y anacrónico. Porque no era sólo un lugar de reunión, donde poder tomarse una taza de té y cambiar impresiones, sino centro cultural donde María de Maeztu organizaba cursillos, conferencias, conciertos, exposiciones, a cargo de intelectuales, científicos y de artistas nacionales y extranjeros. García Lorca dio en sus salones la conferencia “Imaginación, inspiración y evasión en poesía”, Unamuno leyó allí su drama Raquel encadenada; Rafael Alberti se presentó una tarde de noviembre, vestido de tonto, metido en una levita inmensa, con un pantalón de fuelle, cuello ancho de pajarita y un pequeño sombrero hongo, con una paloma enjaulada en una mano y un galápago en la otra, ya que la conferencia se llamaba: “Palomita y galápago (¡No más artríticos!)” y armó la marimorena, sorprendiendo a unos, escandalizando a otros y divirtiendo a los demás. Benavente, en cambio, el día que le invitaron a dar una conferencia en el Lyceum, replicó: “A mí no me gusta hablar a tontas y a locas”.

La Junta del Lyceum, que venía soportando con indiferencia las embestidas y diatribas nacidas de la ignorancia y el fanatismo, decidió entonces llevar el caso a los tribunales, confiándolo a dos de sus principales animadoras: Victoria Kent y Matilde Huici.

El Lyceum Club, en 1939, fue confiscado por la Falange y la Sección Femenina lo convirtió en el Club Medina.

En 1926, María de Maeztu fue invitada por la Institución Cultural Española de la República Argentina para explicar un curso en la Universidad de Buenos Aires. En años anteriores habían ocupado esa cátedra Menéndez Pidal, Ortega y Gasset, Cabrera, Casares y otros ilustres profesores.

En 1927 fue nombrada profesora extraordinaria de la Columbia University, de Nueva York, donde explicaría un curso en aquella Universidad. Después iría a Cuba, a la Universidad de La Habana, a dar un ciclo de conferencias; allí volvería dos años más tarde. En 1930, en la Universidad de México, da un curso de conferencias sobre la psicología pedagógica y es nombrada profesora honoraria. Luego viaja a Londres, a explicar en cuatro disertaciones el mismo tema. En Oxford habla sobre “La mujer española”. Es nombrada doctora Honoris Causa del Smith College (Estados Unidos). En España le confían el cargo de Consejero de Instrucción Pública.

El 31 de julio de 1936 es detenido el escritor Ramiro de Maeztu, hermano de María, y conducido a la cárcel de Las Ventas. Tras un simulacro de juicio fue fusilado en la madrugada del 29 de octubre. Éste fue un golpe terrible para María, que abandonó España y se instaló en Buenos Aires. La Universidad bonaerense le encargó el seminario de Didáctica. España perdía para sí la excepcional inteligencia de María de Maeztu, como iba a perder a tantos miles de españoles, que arraigarían y darían sus mejores frutos en tantas Universidades del mundo.

María de Maeztu no regresó a España hasta febrero de 1947, con motivo de la muerte de su hermano Gustavo, pintor que había presentado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924 un “Retrato de mi hermana María”. Doña Juana, su madre, había muerto año y medio antes, a la edad de ochenta y nueve años, en Estella (donde la sorprendió la sublevación militar de julio de 1936), pues a raíz de la muerte de Ramiro, vendieron la casa de Bilbao y se quedaron para siempre en tierras navarras. Doña Juana continuó dando clases hasta poco antes de su muerte.
Cuando María regresó a España, en 1947, hubiese deseado asumir de nuevo la dirección de la Residencia de Señoritas (entonces Colegio Mayor Santa Teresa), que por entonces dirigía Matilde Marquina.

María de Maeztu era tan sólo una mujer madura cuando se le adelantó la muerte, en Mar del Plata, el 7 de enero de 1948. Con ella se iba otro miembro de la “prestigiosa y dura familia de los Maeztu”, como los calificara Ramón Gómez de la Serna.

Fuente: Antonina Rodrigo –  Mujeres para la historia.

María de la O Lejárraga (1874-1974): docente y prolija escritora injustamente desconocida

He llegado a convencerme de que la única razón de vivir está en la alegría con que se vive.”

María de la O Lejárraga más conocida como María Martínez Sierra estaba casada con el dudoso escritor Gregorio Martínez Sierra, con quien colaboró estrechamente en sus escritos. Hasta el punto de que fue ella la autora de numerosos éxitos teatrales que aparecieron firmados por su marido.

"He llegado a convencerme de que la única razón de vivir está en la alegría con que se vive."    (María de la O Lejárraga). Ella fue una de las innumerables voces de la España Republicana que la guerra arrojó al exilio. Algunas tenían un doble registro: el literario y el del compromiso social. Este fue el caso de María: pedagoga, literata, dramaturga, periodista, dominadora de idiomas, fundadora de sociedades en defensa de la mujer, diputada socialista por Granada en 1933; agregada comercial en la embajada española en Bélgica, bajo cuya tutela estuvieron cientos de niños refugiados en la guerra.

María de la O Lejárraga y García nace en San Millán de la Cogolla (La Rioja), en 1874, pero se crió en el pueblo de Carabanchel. Estudió magisterio. A los veintitrés años se enamora de Gregorio Martínez Sierra, un joven de diecisiete años al que le gustaba el teatro y escribir poemas. María y Gregorio se casaron el 30 de noviembre de 1900. Ella publicó con su nombre Cuentos breves. Realiza su primer viaje al extranjero para estudiar pedagogía. “Bélgica fue mi iniciadora al socialismo”, reconocería. Allí descubrió que los muchachos y muchachas de la clase media hacían causa común con los trabajadores y con ellos, entró por primera vez a una Casa del Pueblo. En 1906 Gregorio Martínez Sierra se enamora de la hermosa y joven actriz Catalina Bárcena. Rafael Cansinos-Assens recoge, en sus Memorias, este comentario del poeta Banco-Fombona: “Gregorio tiene alma de comerciante… Hasta aquí explotó el talento de su mujer… que es quien le escribe sus libros. Ahora va explotar la voz de oro de la Bárcena”. Escribía María en silencio para Gregorio y lo compartía en silencio con Catalina. Esta situación imposible se prolongó durante años, hasta que en 1922 Catalina tuvo una hija con Gregorio.
Entonces María se separó por fin y se fue a vivir a Francia pero siguió escribiendo para su marido. Con la aparición de la revista Helios, en 1904, se intensifica la amistad de María con Juan Ramón Jiménez. La confraternidad fue una de las cosas hermosas en la vida de María y el poeta, según se deduce de su epistolario. Manuel de Falla fue otro de los grandes corresponsales de María Lejárraga. Su amistad fue tan leal y profunda como para convertirse en su confidente.
Falla aceptó el humor de María de buen grado, quien le llamaba en andaluz Don Manué, y al músico le debía hacer tanta gracia como para firmarse él en sus cartas a María, Don Manué, y alguna vez añadió, er de las músicas.

La obra literaria de María de la O Lejárraga, bajo el nombre de Gregorio Martínez Sierra, es copiosa. Su novela Tú eres la paz, publicada en 1909, constituyó un best-seller. Tú eres la paz, forma parte del trío de novelas largas de la firma Martínez Sierra, con La humilde verdad y El amor catedrático. El 21 de febrero de 1911 se estrenó en el teatro Lara Canción de cuna. A partir de este éxito, la carrera teatral de la firma Martínez Sierra fue una de las más triunfales.
En el teatro Eslava se estrenaron o reestrenaron casi todos los títulos importantes de su producción: Amanecer, El arte de amar, La adúltera penitente, Sueños de una noche de agosto, Rosina es frágil, Cada uno y su vida, El corazón ciego, Don Juan de España, Mujer,Mamá, Para hacerse amar locamente, El reino de Dios, La torre de marfil… Al lado de estos títulos hay que destacar numerosos libretos que, en colaboración con los principales músicos y con los escenógrafos más audaces, dieron lugar a piezas escénicas tan memorables como El amor brujo y El corregidor y la molinera, de Falla; Las golondrinas, de Usandizaga o Navidad, de Turina.

Poco antes de la República, María empezó a dar charlas feministas. Era la Presidenta de la Asociación de Educación Cívica, cuyo objetivo principal fue despertar a las mujeres de la clase media. A estas mujeres de la clase media iba dirigido principalmente, su libro La mujer española ante la República, escrito en 1930. El libro lo inició con la siguiente cita: “La Patria, que para los hombres es La Madre, para las mujeres es El Hijo”.

Fue elegida diputada en noviembre de 1933 por Granada. El hemiciclo de las Cortes Republicanas tuvo la oportunidad de oír la voz inteligente y sensible de María; la voz de una vocación incansable en contra de la injusticia y en favor de la igualdad. “Es preciso -decía María Lejárraga en la Cámara-, si se quiere libertar al pueblo, librarle de la esclavitud del hambre y de la esclavitud del terror”. La noche del 17 de julio de 1936 al salir María del Ateneo, le informan que, en Marruecos se ha sublevado el general Franco. “… Nuestra bien nacida República. Nació en paz, y murió a mano armada”, escribiría más tarde María Lejárraga. En el mes de noviembre de 1936 era designada a la Delegación de Berna, como agregada comercial para Suiza e Italia.
En otoño de 1937, María se hace cargo de una colonia de niños evacuados de España. Al finalizar la guerra comienza un largo exilio con la huida a Francia, donde durante la ocupación nazi, sufrió la clandestinidad, pasó hambre, y tras la liberación de París, vivió ciega, pobre y aislada del mundo.

En septiembre de 1950, María de la O Lejárraga se embarca rumbo a Nueva York, vivirá en México y se trasladará definitivamente a Buenos Aires, donde realiza nuevos proyectos literarios y periodísticos.

Cuando a los 78 años publica en el exilio su autobiografía Gregorio y yo, ya ha pasado para ella mucho dolor y mucha vida. Dos años más tarde publica Una mujer por caminos de España, que es también un libro biográfico en el que cuenta la campaña electoral: emocionante, en una España hambrienta y desgarrada. María de la O Lejárraga murió en Buenos Aires, el 28 de junio de 1974, pocos meses antes de cumplir los cien años. En una de sus últimas cartas, María decía:

“Las mujeres socialistas debemos enseñar, enseñar sobre todo una asignatura única: La solidaridad humana”.

 

Fuente, Galeria de la Longevidad

Las madres de la sociología: el papel de la mujer

Ssociólogos

El convencionalismo sobre la exclusividad masculina en la teoría sociológica clásica comenzó a desaparecer con el reconocimiento público de la conocida como primera socióloga, Harriet Martineau (1802-1876), aunque aún quedan muchísimas “madres” que contribuyeron enormemente a la implantación y solidez de la disciplina, arrojadas al olvido de la historia, sin las cuales no se podría comprender correctamente el pensamiento sociológico de finales del S.XIX y principios del XX.
 
Con este artículo pretendemos hacer una recopilación, no demasiado extensa, de aquellas mujeres que rompiendo los cánones de una época nada fácil para el género femenino, demostraron la brillantez y el progresismo de su pensamiento social, mostrando la información más relevante de cada una de ellas. Como no podía ser de otra manera, comenzaremos con la británica Harriet Martineau.
 
 Harriet Martineau (1802 – 1876)
Socióloga, economista y escritora británica. Feminista. Perteneciente a una familia acomodada, recibió una buena educación en…

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